Sin hacer conscientes las actividades que se realizan cotidianamente, el planeta sufre consecuencias que si no se disminuyen o se detienen radicalmente, en pocos años la humanidad va a ser víctima de repercusiones irreversibles como transmisión de enfermedades, calentamiento global y escasez de recursos vitales.
Ahora bien, sin que lo imaginemos comiendo melones y sandías en invierno, o naranjas en verano, contaminamos el medio ambiente, pues el consumo de determinados productos en lugar de otros, dañamos en mayor medida nuestro hábitat; las frutas y verduras fuera de temporada producidas en invernaderos, o provenientes de lugares muy lejanos son obtenidas y transportadas sin garantías ecológicas.
Por otro lado, ¿eres de los de los que espera que baje el agua caliente en la ducha? Sí, de esta manera estás desperdiciando uno de los recursos vitales más importantes, por eso, te invitamos a aprovechar el resto de agua fría, llenando un recipiente que puedes usar después para limpiar los suelos o regar las plantas que se tienen en casa.
Del mismo modo, con el uso de la energía también afectamos al medio ambiente; el reto que tiene la humanidad para disminuir la contaminación es lograr reducir la energía en los hogares, sustituyendo las bombillas tradicionales por bombillas de bajo consumo o LED y desconectando los electrodomésticos que no se estén usando; pues aunque no lo tomes en cuenta dejando los bombillos incandescentes como parte de tu hogar también contaminas el ambiente.
Por último, una de las actividades cotidianas que realizamos que no le hacen bien al planeta, es el uso de determinados productos de limpieza los cuales son elaborados con productos potencialmente tóxicos; una manera de combatir esta problemática es que fabriques estos productos en tu propia casa con componentes completamente naturales; por ejemplo, el suavizante casero puede ser elaborado simplemente con vinagre (medio litro), agua (1 litro) y bicarbonato (un par de cucharadas soperas)
¿Qué tal si se empieza a ser más consciente de lo que habitualmente se hace?
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)
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