Sin lugar a dudas el acompañamiento y principalmente el ejemplo de los adultos, juegan un papel fundamental en la educación de nuestros niños. Normalmente las cosas que aprenden los menores cada día no tienen mucho que ver con el cuidado del medio ambiente, sus intereses están más enfocados en la tecnología, la música, la lingüística que sin ser temas irrelevantes no deben dejar la educación ambiental por fuera de sus prioridades ahora la pregunta es ¿cómo educar a nuestros hijos ambientalmente?
Para empezar, se debe entender que solo aquello que forma parte de la vida cotidiana de los pequeños es mucho más fácil para ellos aprenderlo, es decir, con las labores diarias que se realizan de manera intuitiva se incide en el cuidado del medio ambiente: reciclar, prolongar la vida de los objetos, ser cuidadosos al consumir agua, entre otras actividades simples pueden ser el primer paso para educar a sus hijos ambientalmente.
Garantizar que tengan claro que el agua no es un recurso ilimitado es primordial para que su hijo no solo aprenda a valorarla sino también para que descubra lo privilegiado que es por tener lo que “aparentemente es normal poseer”. Así mismo, reciclar el papel junto a ellos es ayudarles a ser mejores personas ambientalmente hablando, recuerda siempre utilizar las dos caras de los papeles, en sus dibujos o escritos, ensañándoles a los niños a apagar la luz cuando no estén en uso, es un descanso que se le dará al planeta y la economía del hogar.
Desde lo general a lo específico, no se puede dejar a un lado el respeto que se debe inculcar por la vida, tanto de los animales como de las plantas, así que esta es una invitación a ponerse más en contacto con la naturaleza, con lo que habita en ella, en vez de parque de diversiones, invita a los niños a hacer visitas a viveros, granjas y parques naturales para así apoyar también el ecoturismo en tu zona.
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social – Periodista (UPB)
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