Desde la antigüedad se ha reconocido el componente curativo que tiene la naturaleza y en específico las plantas medicinales; estas son todas aquellas plantas que tienen propiedades positivas que pueden ser utilizadas con el fin de contribuir a la recuperación o mejora del estado de salud de una persona. Sin embargo, hay que saber reconocerlas y cómo usar.
Ahora bien, empecemos con la manzanilla, reconocida como una de las plantas medicinales que más se conocen por las propiedades de su flor; no obstante, sus efectos son especialmente relevantes en el tratamiento de molestias gastrointestinales. Además la manzanilla, tiene efectos antiinflamatorios, antibacterianas y relajantes.
De otro lado está el eucalipto es otra de las plantas medicinales más conocidas, especialmente en lo que se refiere a su acción ante enfermedades respiratorias como el asma, bronquitis o gripe; del mismo modo esta planta medicinal tiene efectos positivos en la población diabética pues con su consumo se reduce notablemente el nivel de azúcar en sangre.
El tomillo se une a nuestra lista de plantas medicinales que con sus propiedades antioxidantes y antisépticas, rico en flavonoides, vitamina C, hierro y magnesio; estimula el apetito y también es ayuda a promover la expulsión de las secreciones bronquiales acumuladas.
Otra de las plantas medicinales más conocidas es el Aloe Vera, la cual es conocida por su capacidad antiinflamatoria y se utiliza en diversos productos de higiene personal debido a su acción favorecedora para la regeneración cutánea; también contribuye a mejorar manchas, quemaduras y heridas.
Finalmente, como bien se mencionó al principio, las plantas medicinales hay que saberlas reconocer y usar, ya que durante etapas como el embarazo y la lactancia hay plantas como la ruda que son abortivas y otras como el regaliz que pueden subir la tensión. Así que, a no ser que se trate de plantas de uso culinario como la menta, el tomillo, el romero o el ajo, debe consultarse con un experto. Así mismo, en niños menores de un año hay que tener cuidado con el uso de este tipo de plantas, puesto que su sistema digestivo e inmunitario es mucho más frágil e inmaduro.
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)
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