Siendo las iguanas un reptil que vive en zonas tropicales, es una de las especies que más son deseadas por las personas para tener de mascota, sin embargo desconocen de las consecuencias que este acto puede traer para sus vidas.
La verdad es solo una, y es que ni la iguana ni ningún reptil debería ser domesticado, ya que estas especies, aparentemente inofensivas como las tortugas pequeñas, pueden ser portadoras de Salmonella que es una enfermedad bacteriana frecuente que afecta el aparato intestinal, y otros microbios que pueden causar enfermedades en las personas, especialmente en los niños.
A menudo se piensa que la única causa de infecciones por Salmonella es a través de alimentos contaminados, pero un factor importante que conlleva a esta transmisión es el contacto con reptiles como tortugas, lagartos o serpientes pequeñas, e iguanas.
Algunos expertos y la CDC (Centers for Disease Control and Prevention) o centro de control de enfermedades recomienda que no se deben tener iguanas ni otros reptiles como mascotas, en familias donde haya niños pequeños, ya que en años anteriores la cifra de personas enfermas debido a diferentes brotes fueron vinculados a la presencia de estas especies. El 40% de estos casos eran niños menores de 5 años, y algunas de las personas que enfermaron, ni siquiera habían tocado las tortugas, aunque las tenían en casa.
Así pues que en caso de tener algún contacto con este tipo de animales, es fundamental seguir unas medidas de higiene para cuidar nuestra salud, entre ellas, lavarnos las manos después de haber estado en contacto con reptiles y anfibios, los niños menores de 5 años, las personas con un sistema inmunitario debilitado y los adultos de más de 65 años no deberían manipular ni tocar este tipo de animales, ambos son grupos con mayor riesgo de ser hospitalizados por Salmonella.
Recordemos además que ese tipo de acciones perjudican a nuestra biodiversidad y a la conservación de nuestras especies.
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)
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