Pese a que estos animales no son muy bien aceptados por el ser humano debido a su apariencia física, los murciélagos desempeñan un papel muy importante en la ecología del planeta Tierra, puesto que desempeñan funciones en el mantenimiento ambiental. Posteriormente se dará a conocer por qué los también llamados quirópteros son fundamentales.
Los murciélagos tienen un valor económico y sanitario debido a que representan la única manera natural de combatir grandes cantidades de insectos; sin embargo, tampoco se puede dejar de lado que también muchos de ellos son transmisores de enfermedades y otros son considerados plagas agrícolas; pero, su valor se enfoca en ayudar a polinizar y a dispersar semillas de diversas especies de plantas.
En la actualidad se reconocen alrededor de 1100 especies divididas en dos Subórdenes, Megachiroptera (170 especies) y Microchiroptera (930 especies) lo cual representa cerca de un cuarto de todas las especies de mamíferos conocidas; los cuales han sido catalogadas como especie clave para la humanidad por los papeles que juegan en la evolución, estabilidad y funcionamiento de los ecosistemas, entre los que se encuentran: Polinización, dispersores de semillas, control poblacional de insectos, creadores de nichos, funcionamiento de ecosistemas en especial el tropical puesto que en estas contribuyen en las tasas de regeneración y diversidad, así como en el reciclamiento de nutrientes y transferencia de energía en los ecosistemas.
Del mismo modo, los beneficios para el hombre también son notables aunque no sean muy mencionados; por ejemplo, los murciélagos consumen enormes cantidades de insectos proporcionando beneficios económicos, sociales y de salud, debido a que en su dieta se encuentran insectos que causan graves daños a cultivos y otros que son vectores de diversas enfermedades; también, algunas colonias de murciélagos cavernarios producen una gran cantidad de guano que puede ser utilizada como fertilizante porque es rico en nitrógeno y fósforo, además de contener elementos traza (micronutrientes) y microorganismos biorremediadores (limpian toxinas), fungicidas (que combaten a los hongos) y nematocidas (que ayudan a controlar a las poblaciones de nem´atodos perjudiciales).
Cada ser vivo que habita nuestro planeta Tierra, tiene una función, un porqué, y un para qué; evitemos destruirle sus hábitats y contribuyamos al cuidado de su vida.
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)
Fuentes utilizadas: