La situación en el 78 % de las áreas montañosas de todo el mundo es preocupante, ya que hay menos nieve como consecuencia del cambio climático, además aseguran experto que sobre los 4.000 metros de altitud todas las zonas montañosas están empeorando.
Gracias a las zonas de alta montaña es que se pudo observar esta complicación, ya que hacen las veces de “centinelas”, de avisos, en la crisis climática. Teniendo en cuenta lo anterior se creó un mapa mundial de la cobertura blanca con el fin de reconocer la situación y la evolución del clima en las distintas partes del mundo.
Según El Espectador entre los 1.500 y los 2.000 metros de altura, el aumento de la temperatura se ha duplicado respecto a la media general y eso está menguando la cantidad de nieve y hielo en los picos. Esto provoca no solo una distorsión del clima debido a que los ciclones y los anticiclones cambian sus estructuras y las condiciones meteorológicas sufrirán un cambio radical, sino que también conduce a un desequilibrio de la cadena alimentaria, ya que los hábitats de muchas especies marinas y terrestres transforman debido a este deshielo su ciclo natural.
Algunos especialistas alertan además que el aumento global del nivel del mar es 2,5 veces más rápido que hace una década, debido principalmente al deshielo de los glaciares y las capas de hielo.
Pese a las condiciones actuales de las montañas que adornan nuestro planeta tierra, creemos que todavía estamos a tiempo de reducir las peores amenazas recortando drásticamente las emisiones. Con base en algunas declaraciones de Stephen Cornelius, asesor jefe de Cambio Climático de WWF, se propone que los líderes ambientales deben actuar ahora para garantizar un futuro para el planeta y para las generaciones que vienen en camino. Además, es necesario invertir en la reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar significativamente los fondos para la resiliencia y la adaptación.
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB
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