Registro histórico en el consumo de combustibles en medio del COVID-19

Durante el confinamiento y con la reducción de actividades humanas se han logrado grandes e importantes registros ambientales a nivel global, uno de ellos es la caída del consumo de combustibles, que por su alta emisión de dióxido de carbono le provocó durante mucho tiempo al planeta un calentamiento global que tiene como consecuencia finalmente el cambio climático.

Ahora bien, ¿en qué se traduce esto? Se traduce en una disminución importante de la contaminación en las ciudades por un menor uso de combustibles fósiles asociados al transporte, y ha favorecido un avance relevante en la calidad del aire, dejando no solo un impacto positivo para los seres vivos y para la preservación del planeta tierra sino también en la salud de las personas, sin embargo , por el momento, de forma “puntual”, mientras no se adopten medidas estructurales para mantener la reducción de las emisiones contaminantes, no se puede “cantar victoria”.

Según El Espectador aún existen muchas incertidumbres sobre los tiempos y el efecto global del confinamiento, aunque un hipotético parón total del transporte en el país, incluida la logística de camiones de mercancías, además de los vehículos en las ciudades durante todo un año, supondría en términos de emisiones de CO2 una reducción aproximada del 27 por ciento del total.

Sigue siendo esencial que los seres humanos comprendamos que evitar el calentamiento global disminuye tu consumo de petróleo, por eso te invitamos a que usa bicicleta, transporte público o comparte el auto cuando lo utilices; a que elijas productos que no estén envasados en plástico y recicla o reutiliza los envases; a que asimismo compres frutas y verduras orgánicas puesto que los fertilizantes y pesticidas suelen ser derivados del petróleo; no olvides comprar productos de belleza (shampoo, jabón o maquillaje) elaborados con ingredientes naturales, no derivados del petróleo.

Con estas pequeñas acciones puedes contribuir para que este registro histórico que no se daba desde 1973 en cuanto al consumo de combustibles sea una realidad que perdure incluso cuando toda la crisis sanitaria haya llegado a su fin.

Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)

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