El páramo de Santurbán corresponde a un ecosistema ubicado entre los 3000 y 4290 metros sobre el nivel del mar. Este se extiende por terrenos de 15 municipios en los departamentos de Santander y Norte de Santander; se reconoce como un páramo crucial para el país.
Su alta biodiversidad, que incluye especies endémicas y en peligro de extinción, lo convierte en un lugar de gran interés científico y ecológico. A continuación, exploraremos en detalle las razones por las cuales el páramo de Santurbán es vital para el equilibrio ambiental y social de la región.
Los estudios realizados en este páramo evidencian que su importancia se radica en su diversidad biológica, pues hasta ahora se han registrado 457 especies de plantas vasculares, helechos y afines, así como 293 especies de fauna vertebrada.
Esta biodiversidad no solo es un tesoro natural, sino que también juega un papel crucial en la regulación de la oferta hídrica, que es esencial para el desarrollo de los procesos productivos en la región y el abastecimiento de los habitantes de las áreas metropolitanas de Bucaramanga y Cúcuta, entre otros.
La calidad del agua proveniente de este ecosistema tiene un impacto directo en la salud y bienestar de millones de personas, lo cual subraya la urgencia de protegerlo.
Es relevante mencionar que en el páramo de Santurbán se origina el agua empleada para el abastecimiento de más de 2.200.000 habitantes radicados en los municipios de Cúcuta, El Zulia, Ábrego, Ocaña, Arboledas, Cáchira, Cácota, Chitagá, Cucutilla, La Esperanza, Labateca, Mutiscua, Pamplona, Pamplonita, Salazar, Silos, Villa Caro, California, Charta, Suratá, Tona, Vetas, así como en los cuatro centros poblados que conforman el área metropolitana de Bucaramanga.
La interacción entre los ecosistemas de páramo y la población local es fundamental, ya que muchos habitantes dependen directamente de sus recursos para la agricultura y otras actividades económicas. Pese a su importancia para el país, este páramo está en peligro debido a las diferentes actividades humanas que lo ponen en riesgo.
Por ende, muchos ambientalistas y defensores de este ecosistema trabajan constantemente para exigir al gobierno nacional la protección del páramo de Santurbán y el rechazo de la licencia ambiental a la multinacional Minesa para explotar oro en sus cercanías, argumentando que tal actividad amenazaría irreversiblemente este frágil ecosistema.
Son muchos los problemas que aquejan el páramo de Santurbán. Recientemente, se han reportado que casi mil hectáreas de la principal fuente hídrica de la región serán involucradas en el proyecto de Angostura de Greystar.
Según datos del Espectador, el 0.11% y, según datos de Vanguardia Liberal, el 1.21% del páramo de Santurbán serían intervenidos por el proyecto Angostura.
Este proyecto ha generado gran controversia, ya que la compra de 25.212 hectáreas en títulos mineros en la serranía y la inversión de 150 millones de dólares en la etapa de exploración representan una amenaza real para la biodiversidad y la estabilidad hídrica de la región. La movilización social en defensa del páramo ha crecido, con comunidades organizándose para hacer frente a estas amenazas.
Claramente, siendo la actividad humana la principal amenaza para el páramo Santurbán, es importante reconocer el valor de los ambientalistas que luchan cada día, buscando estrategias que no solo protejan la zona, sino que también creen una nueva visión sobre los valores del páramo.
Estas iniciativas buscan fomentar un turismo responsable y sostenible, así como la educación ambiental en las comunidades cercanas. La concienciación sobre la importancia de este ecosistema es fundamental, y muchos creen que el futuro del páramo depende de la capacidad de la sociedad para reconocer su valor ecológico y social.
Finalmente, es imperativo que el gobierno y las instituciones encargadas de la protección ambiental no solo implementen políticas que prohíban actividades destructivas, sino que también promuevan el desarrollo sostenible en la región. Esto incluye inversiones en prácticas agrícolas respetuosas del medio ambiente, así como en proyectos de ecoturismo que generen ingresos para las comunidades locales sin comprometer el ecosistema.
Un enfoque holístico que considere tanto la conservación como el desarrollo es crucial para garantizar un futuro próspero y sostenible para el páramo de Santurbán y sus habitantes.
Además, es esencial considerar las iniciativas de conservación que se han implementado en otras partes del mundo, donde se han desarrollado modelos exitosos de gestión sostenible que podrían ser replicados en el páramo de Santurbán.
Por ejemplo, en varias regiones de los Andes se han llevado a cabo esfuerzos para restaurar ecosistemas degradados y promover prácticas agrícolas sostenibles que benefician tanto a las comunidades locales como al medio ambiente. La cooperación entre gobiernos, ONG y comunidades es clave para encontrar soluciones efectivas para la conservación del páramo de Santurbán.
¿Qué municipios abarca el páramo de Santurbán?
El páramo de Santurbán abarca los municipios de:
Bucaramanga, Suratá, Tona, Vetas, Matanza, California, Girón, Floridablanca, Zapatoca, Barrancabermeja
¿Cuánto oro hay en el páramo de Santurbán?
Se estima que en el páramo de Santurbán hay alrededor de 1,5 millones de onzas de oro.
¿Cuál es el problema del páramo de Santurbán?
El problema del páramo de Santurbán es la amenaza de la minería a gran escala, especialmente la extracción de oro, que pone en riesgo los ecosistemas, la biodiversidad y las fuentes de agua de la región. Además, hay preocupaciones sobre la contaminación y el impacto social en las comunidades locales.
¿Qué se puede hacer en el páramo de Santurbán?
En el páramo de Santurbán se pueden realizar actividades como senderismo, avistamiento de aves, fotografía de paisajes, y contemplación de la flora y fauna. También es un lugar ideal para la investigación científica y el turismo ecológico.
En conclusión, la lucha por la conservación del páramo de Santurbán es un esfuerzo colectivo que involucra a diversas partes interesadas, desde las comunidades locales hasta las organizaciones ambientalistas y el gobierno.
Su protección no solo asegura el bienestar de millones de personas que dependen de sus recursos, sino que también preserva un ecosistema único que es fundamental para el equilibrio ecológico de la región.
Con esfuerzos conjuntos, es posible garantizar que las futuras generaciones también puedan disfrutar de los beneficios que ofrece este excepcional ecosistema.
La participación activa de la comunidad en la defensa del páramo es igualmente vital. Programas de educación y concienciación pueden ayudar a empoderar a los habitantes locales, dándoles las herramientas necesarias para abogar por la conservación de su entorno.
Además, fomentar el turismo responsable puede servir como una fuente de ingresos y, al mismo tiempo, crear conciencia sobre la importancia de preservar este invaluable recurso natural.
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)
Fuentes utilizadas: