El valor de los árboles en el ser vivo

Adornando las ciudades, purificando el aire, dándole vida a zonas de clima tropical húmedo, proporcionando sombra y produciendo abundantes frutos; el valor de los árboles en el ser vivo es inimaginable puesto que constituyen el 50% del territorio nacional colombiano, y va mucho más allá de la capacidad que tienen de proporcionar oxígeno.

Promoviendo la protección al medio ambiente, los árboles son los principales cuidadores del planeta tierra, pues absorben dióxido de carbono, para lograr convertir la materia inorgánica en materia orgánica, es decir, en alimento. Del mismo modo, los árboles previenen la erosión del suelo, manteniendo su humedad y la fertilidad para cosechas de frutos y vegetales.

Actualmente, los árboles aportan a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tales como, la erradicación de la pobreza, la protección y el restablecimiento de los ecosistemas relacionados con el agua, la lucha contra el cambio climático y la rehabilitación de las tierras degradadas.

Según el Ministerio de Ambiente “más de 1.600 millones de personas en los países más pobres del mundo sobreviven por los alimentos, los materiales, el agua o las medicinas que consiguen gracias a ellos”. ¿Cómo es que todavía no exaltamos su valor e importancia para la supervivencia del ser humano? ¿Cómo es que pasamos desapercibida su presencia y sus beneficios?

Colombia siendo una región de vocación forestal es el tercer país de Suramérica con mayor área en bosques, que no solo sirven de hábitat para cientos de especies, sino que también son la fuente de muchos recursos como madera, medicinas, alimentos, fibras y materiales de construcción.         

El guayacán amarillo, el caucho sabanero, el cedro, el ligustro, la Palma de Cera, entre otros árboles que embellecen la ciudad, poseen un valor que debe ser defendido de la deforestación sin escrúpulos y de las demás problemáticas que ponen en riesgo su existencia.

Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)

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