En la inmensidad de nuestro planeta existen millones de posibilidades que seguramente no se conocen; dentro de esas posibilidades está la capacidad que tienen algunas aves como las palomas, gaviotas, grajillas, urracas y cuervos; para reciclar papeles, plásticos y vidrios que utilizan para construir sus propios nidos y lanzar mensajes de dominio territorial.
Como forma de vida, los animales constantemente le están dando muestra de conciencia e inteligencia a los seres humanos, en casos especiales se puede mencionar al Tilonorinco, una especie de que se caracteriza por ser el macho el que atrae a la hembra con un “hermoso” y particular nido, hecho de restos vegetales, hojas, frutos, pétalos, plásticos, alambres y latas; con el fin de que la hembra decida quedarse en él.
Y es que las aves no solo nos impresionan con sus hermosas formas y espléndidos color, también nos deleitan con sus cantos, esos que nos hacen querer cerrar los ojos por un minuto y pensar en esos regalos que la naturaleza nos brinda día tras día y que pasamos desapercibidos.
Un estudio que se realizó en las Universidad de Exeter (Reino Unido), Postdam (Alemania), Deakin y Queensland (Australia) se mostró que estas particulares aves que se dedican a reciclar todos los desechos que los seres humanos dejan, deciden no seleccionar lugares con un alto número de las plantas, sino que las cultivaban en torno a sus emparrados, los cuales son consecuencia indirecta de su comportamiento sexual.
Teniendo en cuenta la capacidad que tienen estos seres vivos de proteger el planeta, es hora de tomar conciencia, de igualar pequeños comportamientos que ayuden a preservar el medio ambiente y a combatir los problemas ambientales que son ocasionados por el mismo ser humano, tales como el cambio climático, la contaminación que amenaza constantemente el planeta tierra, el agotamiento de recursos naturales y la deforestación.
Por: Luisa Arango – Comunicadora Social y Periodista (UPB)
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